¡Figuras de anime desatan polémica en Corea del Sur!

En la ciudad de Dongtan, Corea del Sur, una serie de figuras de anime vendidas por internet ha provocado una ola de quejas ciudadanas. ¿La razón? La representación de personajes femeninos con atuendos extremadamente ajustados, que para muchos habitantes son consideradas ofensivas y sexualizadas.

Desde enero de este año, estas figuras han estado disponibles en tiendas online y algunas incluso exhibidas en espacios públicos. Sin embargo, no pasaron desapercibidas: varios residentes llegaron a contactar a la policía, alarmados por lo que consideran una amenaza a la moral y a la imagen de la ciudad.

¿Qué tienen de “problemático” estas figuras?

Según las denuncias, los modelos representan a personajes femeninos de estilo anime con poses sugerentes, ropa muy ceñida al cuerpo y un enfoque visual que resalta atributos sexuales. Para algunos, esto forma parte del fanservice común en el anime; pero para otros, especialmente familias y grupos conservadores, esto cruza la línea del respeto.

 “Estas figuras no solo sexualizan a la mujer, sino que también afectan la imagen de nuestra comunidad. No queremos que Dongtan se asocie con este tipo de contenido”, expresó un residente al medio local.

 La reacción ciudadana

La polémica escaló cuando decenas de ciudadanos comenzaron a organizarse para exigir el retiro de las figuras del mercado. Las quejas señalan que:

• Promueven una imagen distorsionada de la mujer
• Pueden ser inapropiadas para menores que las ven online o en exposiciones
• Dañan la imagen moderna y limpia que busca mantener la ciudad
• Incluso se han empezado a mover peticiones formales para prohibir la venta de este tipo de figuras dentro del territorio.

 Un debate que va más allá del anime 

Este caso vuelve a abrir el eterno debate:

 ¿Dónde termina la libertad artística y comienza la ofensa pública?

Para muchos coleccionistas y fanáticos del anime, estas figuras forman parte de una cultura visual global, donde el estilo, la exageración y la estética son componentes normales del diseño de personajes.

Pero para otros sectores más conservadores, especialmente en comunidades donde se prioriza una imagen pública ordenada y familiar, estos contenidos pueden ser vistos como inapropiados o incluso dañinos.

Este tipo de situaciones no solo exponen las diferencias culturales entre oriente y occidente, sino también entre generaciones. Lo que para algunos jóvenes es arte o cultura pop, para otros es motivo de indignación.

Regular este tipo de contenido puede proteger ciertos valores comunitarios, sí… pero también puede convertirse en una forma de censura si se aplica de manera arbitraria.

 ¿Y tú qué opinas?

•  ¿Estas figuras deberían retirarse o respetarse como parte de la cultura otaku?
• ¿Se trata de proteger a la sociedad o de limitar la libertad artística?
• ¿Dónde crees que debería trazarse la línea?